La práctica de ejercicio físico es esencial durante el tratamiento de procesos oncológicos y una vez superada la enfermedad. A través de la marcha nórdica ayudamos a prevenir posibles recaídas y a trabajar las secuelas físicas y emocionales que dejan estas patologías.
Patologías oncológicas
¿Qué tratamos?
- Tumores cerebrales.
- Tumores medulares.
- Cáncer de pulmón.
- Cáncer de mama.
- Cáncer de colon.
- Linfoma.
- Leucemia.
- Otros tipos de cáncer.
¿Qué beneficios aporta?
- Alivio del dolor.
- Fortalecimiento muscular global.
- Mejora la circulación sanguínea y linfática fomentando la mejora de los linfedemas.
- Incremento de la densidad ósea.
- Mejora la flexibilidad y agilidad global.
- Mejora la capacidad pulmonar reduciendo la fatiga y aumentando la resistencia.
- Mejora el sistema cardiovascular.
- Mejora el sistema inmune.
- Oxigena el tejido y elimina toxinas.
- Mejora de la postura y trabajo del esquema corporal.
- Mejora el equilibrio, la coordinación y la capacidad de marcha.
- Estimula la neuroplasticidad cerebral.
- Mejora capacidades cognitivas como la atención, la concentración y la memoria.
- Mejora las secuelas emocionales.
- Aumenta la autonomía y la seguridad en uno mismo.
- Empoderamiento sobre la enfermedad.